Qué ver en Lisboa en un fin de semana

Obrigada, Lisboa

Bañada por el océano atlántico y situada en la desembocadura del río Tajo, emerge una ciudad de belleza sin igual… 


Lisboa, la capital lusa, al oeste de la Península Ibérica; un lugar mágico, de deliciosa gastronomía, de amables ciudadanos, de eterna historia; dónde una escapada de pocos días será suficiente para desconectar de la rutina.


Hoy, os mostramos qué ver en Lisboa en un fin de semana; todo ello sin olvidarnos de la grandiosidad de Sintra.


Llegar en avión es una opción económica, pues hay compañías low cost que operan en esta ciudad, una vez en el aeropuerto, sólo hay que tomar el metro que se encuentra anexo a la terminal hacia el alojamiento contratado.


Moverse en Lisboa es sumamente fácil y económico, recomendamos adquirir la tarjeta Viva Viagem, de uso individual; que permite desplazarse por casi toda la red de transportes de Lisboa, bus, tranvía y metro.



Su coste de emisión es tan sólo de 0,50 euros cada una, y se puede recargar tantas veces como sea necesario.

A continuación os detallamos una idea de ruta para el fin de semana.


Viernes por la tarde:


Recién aterrizados en el aeropuerto Humberto Delgado, es el momento ideal de dar un paseo o tomar el tranvía 28 para visitar el Castillo de San Jorge y el barrio de La Alfama. En esta zona los restaurantes suelen contar con actuaciones de fado en directo, su marca de identidad; cenar una deliciosa caldereta de pescado y brindar con un buen vino, al tiempo que os dejáis llevar por la música; será una experiencia inolvidable.


En esta ruta, no olvidéis visitar la Catedral de Lisboa (La Sé) y la calle comercial Rua Augusta, hasta llegar a la Plaza del Comercio.


Sábado:


El segundo día el despertador sonará temprano… tras desayunar y coger fuerzas para la jornada que se avecina, os proponemos adquirir un billete de tren en la preciosa estación de Rossio con destino a la villa de Sintra.


Se necesita más de un día para visitar las edificaciones de sus colinas, por ello, para una escapada de fin de semana os sugerimos visitar dos joyas de la arquitectura.


El Palacio Da Pena de estilo romántico, que fue una de las principales residencias de la familia real portuguesa durante el siglo XIX; los colores de sus paredes y la frondosidad de la zona boscosa en la que se ubica, no os dejará indiferentes.


De igual belleza y majestuosidad, es el Palacio Quinta da Regaleira; un pintoresco lugar, donde grutas, fuentes, vegetación y arquitectura se funden en un paraje singular.


Si algo caracteriza a Sintra, son sus dulces, las queijadas y el travesseiro; que se pueden adquirir en los pequeños comercios que encontraréis en la villa.


A media tarde, ya de vuelta a Lisboa, es momento de disfrutar de unas magníficas vistas del anochecer, y no hay mejor opción que hacerlo desde el elevador de Santa Justa, (gratuito al obtener la tarjeta Viva Viagem 24 horas). 



Si es posible, dedicad las últimas horas del día para descubrir el barrio más bohemio de Lisboa, el Chiado; donde museos, cafés y tiendas inundan sus calles; y no dejéis pasar la oportunidad de probar el bacalao a bras o un buen plato de sardinas, ambos típicos de la gastronomía lusa.


Domingo:


Último día en Lisboa y momento ideal para tomar los tranvías 15 o 18 y visitar la Torre de Belém junto al Monasterio de los Jerónimos; ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y vigilados al fondo por el Monumento a los Descubrimientos.


Si todavía queréis seguir degustando productos típicos, os podemos asegurar que la mejor forma de despedirse de esta estupenda ciudad, es hacer una visita a la Pastelería o Pastéis de Belém, que desde 1837 y de forma artesanal, sigue elaborando una antigua receta del Monasterio de los Jerónimos; simplemente deliciosos.



Ponemos punto y final a un viaje que llega a su fin, una experiencia que se acaba… pero con la mirada puesta en una nueva aventura.


Patricia Pérez/ 8 de enero de 2022

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