Voy contarte algunos tips y recomendaciones para una navidad menos pesada, con menos excesos, y tomando conciencia de nuestra salud holística. Cuidarte de manera holística, es cuidarte en todo. Cuidar pensamientos que no te hacen bien, cuidarnos por medio de la comida, cuidar nuestra energía, cuidarnos por medio de lo que nos ponemos en el cuerpo.
Sé que para muchas personas, la llegada de esta época es sinónimo de compras compulsivas, atracones y comilonas.
Compromisos familiares, cenas con amigos y con la empresa, bandejas llenas de dulces con azúcar refinada y, como no, gluten.
Es curioso como en una de las épocas en las que más se trata de promover el amor, lo que le regalamos a nuestro cuerpo y nuestro planeta no tiene nada que ver con cariño, es más, en la mayoría de ocasiones es todo lo contrario.
Por eso, esta Navidad quiero que algo cambie en ti. Primero, tomando conciencia sobre la forma en la que se reflejan todos estos excesos en tu organismo, y después mostrándote alternativas saludables y deliciosas.
¡Comenzamos!
Es curioso que en los países desarrollados o con más facilidad para tener cualquier tipo de alimento a mano, de mejor vida económica para gastar y supuestamente mejor calidad de vida, es en el que más enfermedades relacionadas con la alimentación y estilo de vida se encuentran los médicos.
¿Por qué?
Cuando comemos nuestro cuerpo hace un proceso de digestión mecánico. Te hago un resumen. Tiene que romper todos los alimentos, digerirlos, separar lo necesario y desechar lo no necesario (puede aplicarse también a los pensamientos).
Según los alimentos elegidos al hacer nuestra comida, tardará, le costará de digerir y gastará más o menos energía según lo ingerido. Esto es como una máquina de trabajo, si le metemos más producción tiene que trabajar más y se tiene gastar más energía, si le metemos menos le cuesta menos y va todo más fluido.
Nuestra digestión comienza en la boca, por eso tenemos que masticar muy bien para que pase al siguiente proceso, y el estómago pueda trabajar de manera óptima con sus jugos gástricos.
Si hay un exceso de alimento, tendrá que segregar más amilasa salival encargada de descomponer almidones, más pepsina en el estómago encargada de descomponer proteínas... pero este ácido solo, no puede hacerlo si no está bien masticado. También se genera más insulina para reducir el exceso de azúcar en sangre y un largo etc. en cada órgano de nuestro cuerpo. Y así una y otra vez en cada comida y acontecimiento navideño. Te hablo de la navidad porque en esta época hay más acontecimientos relacionados con comer.
Cuando nuestro cuerpo ya no puede más, es cuando decide trabajar a más baja intensidad, y algunas piezas ya no encajan bien, ahí es cuando empieza a dar signos y aparecen síntomas relacionados con enfermedades crónicas que estás viendo en este siglo. Diabetes tipo II, colesterol, artritis, hipertensión, depresión… Pero ojo, eso no viene solo de nuestra alimentación, nuestros pensamientos en estas fechas, las comidas familiares que a veces son no deseadas pero no podemos por diferentes cuestiones decir que no, traen consecuencias en nuestra salud. No a grandes escalas como puede ser llevar un estilo de vida en excesos continuamente, pero tenemos que cuidarnos.
Con el paso de los años, cada año me he ido dando cuenta de lo que necesito cuidarme y sobre todo en estas fechas. En mis primeros años de cambio de alimentación, me obsesioné demasiado con mis alimentos y eso me generó un estrés en preparar, llevar y tener todo bajo control para no comer cualquier cosa. Como era navidad, quería preparar un menú especial y que no fuese algo de todos los días.
Han ido pasando los años y en estos 6 años de camino en una alimentación y estilo de vida consciente, ha cambiado mi forma de ver la navidad. Sobre todo porque me encanta y de la manera en como empecé a vivirla, no me hacía disfrutar. Decidí enfocarla de otra manera y una de ellas era, hacerlo más sencillo y que a la vez cuidara mi salud.
Te cuento mis trucos para cuidarme y cuidar el medio ambiente y quizá a ti puedan servirte.
Empezamos por los encuentros familiares. He llegado a pensar en algunas ocasiones que soy una persona altamente sensible, en mi caso cuando nos reunimos en navidades, somos una familia muy grande y además de tono de voz bastante alto. No sé vosotros pero en mi caso, me encuentro con reuniones familiares en las que las bromas unas veces agradables y otras no, están siempre en la mesa. No tomamos consciencia de a quien se las hacemos, cómo se las hacemos y en qué momento las estamos haciendo. Seguramente si me estás escuchando y tus reuniones son iguales te sentirás identificad@. Eso en muchas ocasiones, no sé gestionarlo bien y me genera estrés.
Me he pasado muchos años discutiendo y poniéndome nerviosa para acabar cabreada y arruinando la fiesta a todos y sobre todo y lo más importante, a mí misma.
En estos últimos años, ya no discuto, cambié el chip por mí. Porque luego yo, no me sentía cómoda. Cambié el chip y decido cuándo y hasta dónde. Con respeto lo digo si me molesta.
Mi tip número 1: Cuida muy bien cómo quieres vivir tus reuniones ya sean familiares o no, si no te apetece, no te vas a sentir cómoda y además puedes evitarlo en tu caso, no vayas. Estos días son para disfrutar. Tienes todo tu derecho. Que nadie te haga sentir mal por ello. Siempre con respeto y sabiendo que quizá puedes reunirte en otro momento y sentirte más cómoda.
Pero siempre toma consciencia de si tu decisión te hará sentir bien. Siéntete. Aun que es una noche señalada, al final es una noche más y disfruta con los que te dan amor.
Luego están las compras navideñas. Esto es algo que con el tiempo también he aprendido y tomado consciencia.
Tip 2: Compra o pide a Papa Noel o los Reyes Magos cosas necesarias y con conciencia. Cuando escribo mi carta de reyes, últimamente ya opto por cosas necesarias y no materiales. Estos años atrás elegí libros y agenda. Este año tengo la carta escrita, he elegido cursos que me apetece hacer y que necesito en este momento para mi crecimiento tanto profesional como personal.
Las compras compulsivas y materiales sin necesidad no ayudan nada a nuestro medio ambiente.
—La industria tecnológica tiene obsolescencia programada que promueve la sustitución de productos en lugar de la reparación. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que México encabeza la lista de los mayores generadores de “basura electrónica”. Cada habitante genera 3.2 kilogramos en promedio anualmente. De las más de 1.032 toneladas de basura electrónica que se desechan al año, menos del 17% se logra reciclar.
— El impacto de la ropa y calzado con la que nos vestimos a diario es cada vez mayor en la salud del planeta. Cada año se fabrican 100 mil millones de prendas de ropa. En promedio cada persona compra 60% más artículos de vestir que hace 15 años y los conserva la mitad de tiempo, con base en datos de Greenpeace. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la producción mundial de ropa y calzado genera el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
No estoy diciendo que no se compre ropa o electrónica, estoy diciendo que tomemos consciencia de lo que necesitamos y elijamos las prendas que necesitamos.
Hablo de estos dos casos, porque creo que es, lo que más optamos en comprar en estas navidades. Aprovecha estas fechas para elegir lo que necesitas y te puede venir muy bien para los próximos meses.
Ahora vamos con la salud interior y alimentación.
En mi caso, recuerdo cuando empecé con mi cambio de alimentación y estilo de vida consciente, me generó mucho estrés el prepararme para que mi menú navideño fuese especial, fuese algo diferente a lo que yo, diariamente suelo poner en mi mesa pero, he llegado a la conclusión que lo más especial es estar tranquila, disfrutar de la cena y sentir la energía bonita que a mí me transmite la navidad.
Por lo tanto, lo mejor es hacer una cena o comida sencilla pero rica, poniendo más vegetales y menos procesados. Elaborando platos nutritivos y sin excesos.
Te cuento varios tips y sugerencias.
Tip 1: Si vas a comer a casa de algún familiar y te va ser algo más complicado averiguar cuál será el menú. Lleva siempre un plato elaborado por ti, que puedan comer todos los invitados pero a la vez te asegures que así puedes comer tú. Este caso por ejemplo suele pasar mucho a personas vegetarianas, veganas o que cuidan su alimentación por intolerancias.
Además puedes elegir un plato que puedas preparar los días previos y así no iras con prisas si tienes poco tiempo o viajas a otro pueblo cercano.
Tip 2: Prepara con antelación el menú que tienes pensado elaborar. Así, evitarás imprevistos y cocinar cosas rápidas que no serán lo que tenías deseado. Yo en mi caso para este año tengo pensado varios platos que os enseñare por Instagram. Platos que puedo preparar los días anteriores y me evitaran ir con estrés.
Tip 3: Pon en la mesa navideña ensaladas de hojas verdes y hortalizas crudas. Nos ayudará con la leucocitosis digestiva (el exceso de glóbulos blancos al hacer la digestión.) Ya sabemos que en estas fechas la mayoría de mesas navideñas son escasas de ensaladas y hortalizas crudas. Vamos a darle una vuelta preparando ensaladas diferentes mezclando frutas y verduras y aliñándolas con aliños ricos como puede ser una vinagreta de arándanos o frambuesas. Añadiéndole semillas tostadas y alguna fruta desecada.
Tip 4: Pon más platos vegetales en la mesa. Se pueden hacer platos muy ricos con vegetales y no producto animal o excesos de proteínas animales. Paté de berenjenas y pimiento rojo, paté de setas, hummus de tomates secos…
Tip 5: Sírvete en tu plato. Sírvete para tener más control de que comes y evitarás comer de más. Si sientes que estas lleno a un 50%, para. Porque aun quedara postre seguro. Y estoy segura que queremos disfrutar de ese final.
Tip 6: Si vas a pedir comida a un lugar de comidas preparadas, asegúrate de que tienen platos más sanos, vegetales si es tu caso y que no sean fritos, procesados o cargados de salsas con azúcar.
Tip 7: Evita el exceso de carbohidratos sobre todo con gluten y proteína animal. Sé que esta sugerencia es difícil en estas fechas pero no imposible. Con tanta comida y las diferentes mezclas no te harán pasar una buena digestión. Tendrás más probabilidades de inflamación abdominal y pesadez.
Tip 8: En el postre a parte de los dulces varios que siempre se ponen, una buena opción es piña o papaya. Sus encimas proteolíticas nos ayudaran a digerir mejor. Además de poder sacar postres más naturales como son frutas desecadas, dátiles con nueces, chocolate al 80% con almendras o avellanas. También podemos hacer un mousse saludable con aguacate, cacao y dátiles, un flan con kaki y cacao, crujientes de frutos secos y chocolate especiado con canela… vuela con tu imaginación.
Tip 9: Si tomas infusión, la mejor opción sería jengibre y limón. El jengibre aumenta el fuego digestivo y eso te ayudara en tu digestión. Solo un pequeño apunte, si tienes una ulcera, mejor no tomar. Las infusiones te recomiendo un ratito después de terminar, una horita después. Así no se diluyen los jugos gástricos y podemos dejar que ellos hagan su función.
Tip 10: Dale descansos a tu organismo. Si te sientes pesado o notas que has comido demasiado, no pasa nada por no cenar o darle un descanso a nuestro cuerpo de más horas de lo normal. No vamos a desmayarnos, tenemos reserva proteica para días, te lo aseguro. Y el ayuno intermitente ayudara a sentirte mejor.
Y como último apunto y muy importante:
Tip 11: Come tranquil@, relájate y siente como te va saciando. Tómate unos segundos para respirar antes de empezar a comer. Te relajara y te hará tomar consciencia del momento presente. Sentirás cuando estas saciada.
Pues hasta aquí el artículo de hoy. Estos son mis tips, mis recomendaciones y que yo aplico para tener una navidad más feliz y disfrutarla.
Gracias y mil gracias por leerme. Te espero en el siguiente artículo.
Te mando un besazo enorme y lleno de salud.
Y te deseo una feliz navidad. :)
Laura Hilado de Alimenta tu Belleza/ 24 de diciembre de 2021