Seguro que has oído en más de una ocasión que los celos son malos. Siento decirte que esto no es así y hoy en Je Femme explicaremos qué son en realidad y qué punto hay que pasar para que se pueda tratar como enfermizo.
Según la RAE celo es aquella sospecha inquietud y recelo de que la persona amada haya mudado o mude su cariño poniéndolo en otra persona.
Estamos acostumbrados a ver los celos como algo negativo, pero en realidad son una emoción que no es ni buena ni mala, ya que aparece con una función: surge como respuesta a una situación para informarnos de algo y que reaccionemos.
Una emoción nunca es mala; lo que sí puede ser es desagradable, pero nunca es tóxica de por sí. Lo que de verdad es tóxico es lo que podemos llegar a hacer con ella.
Pongamos un ejemplo de lo que son los celos, visto desde dos perspectivas:
1- Oye, quería hablarte de algo. Últimamente te estás llevando muy bien con tu compañerx de trabajo y eso la verdad que me hace sentir insegurx. Tú no estás haciendo nada malo y no me gusta sentirme así, por eso lo comparto contigo.
2- [Estar en silencio poniendo mala cara esperando a que me pregunte qué me pasa]: Ah, ¿qué no sabes que me pasa? Muy bien lo que estás haciendo con tu amiguitx. Tú sabrás lo que haces, pero a mí no me vuelves a dirigir la palabra hasta que no te alejes de esa persona. [Se va dando un portazo]
En estas dos situaciones hay celos pero, ¿cuál crees que es la sana? Los celos no son malos, lo malo es nuestra respuesta, por lo que procura no sacar conclusiones precipitadas, pregunta cuando tengas dudas, expresa de forma pública cómo te sientes, sin atacar a la otra persona. Evita a toda costa conductas que son tóxicas cómo mirar el móvil de la otra persona, dejarla de hablar, hablar de forma agresiva, etc.
Cuando expones tus sentimientos te ahorras mucho malestar y haces saber tu opinión acerca de un tema, pero siempre tienes que comunicarte de una forma asertiva sin acusar ni atacar a la otra persona.
Malena Ramos/ 19 de julio de 2022