Nunca es un mal momento para hacer un balance de tu vida, aunque normalmente solemos planteárnoslo a final de año. Como bien dijo Mecano, “Y en el reloj de antaño, como de año en año, cinco minutos más para la cuenta atrás, hacemos el balance de lo bueno y malo…”
¿No lo has hecho nunca? Te recomiendo que empieces a hacerlo ASAP! (cuanto antes). Busca un hueco relajado en tu agenda, siéntate en un lugar tranquilo y cómodo y toma papel y lápiz. Es muy importante que lo escribas, al escribir nuestros pensamientos y metas, los hacemos reales.
Empezamos…
1. Escribe el resumen de tu año, es importante que escribas lo primero que pienses. No estás escribiendo un examen, es un texto para ti, así que permítete que fluya todo…Grandes acontecimientos, pequeños… no importa.
2. Una vez acabado, léelo y vuélvelo a leer. Es importante que reflexiones sobre el texto. ¿Qué sientes al leerlo?
3. Llegó la hora de hacer nuestra lista con dos apartados, el primero ¿qué es lo mejor de tu año? Escribe lo que más te ha gustado del 2021. Una vez elaborado el primer apartado vamos a por el segundo: ¿qué ha sido lo peor del año?
4. Ahora que tienes tu lista de lo que más te ha gustado y lo que menos, es importante que te preguntes de cada punto de la lista:
a. ¿Qué es lo que he hecho para obtener este resultado que me ha gustado tanto? ¿Cómo lo puedo volver a repetir para ganar estos buenos momentos en el 2022?
b. ¿Qué puedo aprender de este suceso que no me ha gustado del año? ¿Hay algo que pueda hacer que esté en mi mano para que no se repita este 2022?
Con este ejercicio vamos a sacar lo bueno del año, el aprendizaje de lo “menos bueno” para que, dentro de lo que esté en nuestra mano, hacer del 2022 un pedazo de año.
Porque, debemos tomar consciencia: podemos influir más en nuestro destino de lo que pensamos.
Virginia Trujillo/ 29 de diciembre de 2021