La ansiedad es como ese tipo de microclima pegajoso y angustioso, húmedo, sofocante, que lo inunda todo y a todos. De esto trata, en parte, Muerte súbita interrumpida, el poemario de Mario Aráez.
Pero no solo esto es lo que afirma Mario, sino que trata otros temas, algunos incluso políticos, como iremos viendo a lo largo de la entrevista.
Sí, totalmente, pero diría que todas las obras son políticas. De una forma u otra, el ser humano es un ser social y eso le lleva irremediablemente a ser un ser político. No quiero decir que centre su vida en elegir gobernantes y cosas similares, sino que partiendo que la política se basa en dirigir la sociedad hacia un punto o hacia otro, todo el mundo tiene interés por la política. Hasta la gente que dice que es “antipolítica” ya está teniendo una posición política que muestra que, en verdad, no es “antipolítica”, sino que es apartidista.
En otras sociedades pasadas no existían las instituciones como nosotros las entendemos y seguía existiendo la política. Con esto quiero decir que el ser humano está ligado a la política y el arte también quiera o no quiera.
Totalmente. ¡Hasta no posicionarse es una posición! Realmente, si lo piensas bien, la equidistancia es una posición conservadora. Me
explico: si no te posicionas en contra del genocidio palestino lo estás legitimando. ¿Alguien se imagina posicionarse a favor del nazismo en 2024 sin ser denostado públicamente? Hasta la gente que vota la extrema derecha sabe que el nazismo es una experiencia que no se puede repetir. Estamos viviendo una época turbulenta y muy turbia.
Cuando dentro de 40 años me pregunten mis hijos que hice yo en 2024, yo les podré decir que nunca me callé contra el odio y la violencia, que estuve en el lado correcto de la historia. Posicionaos siempre, pero con la solidaridad y contra el odio.
Hablar de uno mismo es de las cosas más difíciles que puede hacer una persona que no sea narcisista. Realmente soy un chaval normal,
que ha nacido y vive en Quart de Poblet, un municipio en la periferia de València y que ha tenido la suerte de nacer en una familia de clase trabajadora y estructurada. Todo lo demás es algo muy natural si tienes la suerte de tener cierta estabilidad: tener una extraescolar que lo conviertes en una pasión, estudiar una carrera, militar políticamente… Es una vida muy normal y menos mal, porque no me gustaría haber nacido en el seno del desastre. Al final uno quiere tranquilidad y sentirse útil, por eso oposité: para servir a la sociedad y para tener estabilidad económica. Con eso ya tienes los ingredientes para poder escribir o lo que te dé la gana.
La política se ha dedicado a ningunear y ocultar los problemas de salud mental, pero pasa como todo… una vez empieza a dar votos todo el mundo tiene un profundo interés. Lo primero que deberían hacer es dar ejemplo y no basar su figura pública en acosar a los contrincantes políticos y hacer descalificaciones de mal gusto. Es todo de una bajeza moral e intelectual alucinante, parece que la sociedad europea esté en una bancarrota en esos aspectos.
El derecho al fin y al cabo es algo que se produce constantemente de diversas formas y aquí entro en relación con la política. Necesitamos una política y un derecho que esté al servicio de las personas y no de la propiedad. La tradición jurídica-política actual se basa en la defensa del beneficio por encima de todo. Necesitamos sentirnos más humanos y para eso tenemos que cambiar las cosas. Las leyes deben proteger al de abajo y no al de arriba, hasta ahora no parece que se esté cumpliendo.
Respecto al arte (en todas sus vertientes), creo que es el único sitio donde se ha hablado de forma explícita o implícita de temas que no se podía hablar en otro ámbito.
Porque me interesa el bienestar del ser humano. No vas a ser feliz toda la vida, pero sí que debes tener un mínimo bienestar. El progreso
se basa en que quieras lo mismo para ti que para un desconocido. No es un tópico, sino que creo que solo podremos avanzar cuando pongamos el bienestar en el centro de la sociedad.
Publiqué otro y tuve muy mala experiencia editorial. Hasta ahí puedo decir y no es por voluntad propia. Tampoco me gustaba nada el otro poemario, así que también tengo parte de culpa. No hay que tener prisa en publicar.
Se me acaba de romper el hilo argumental. En esto soy equidistante, lo siento. No puedo elegir entre papá o mamá.
Eva Fraile / 08 de septiembre de 2024