Creemos ser conscientes, creemos decidir por nosotras mismas, creemos que cada una de nuestras decisiones y acciones son fruto de nuestras elecciones deliberadas… pero lo que no sabemos es que no, que la mente manda, que la mente dirige nuestras vidas, que la mente, hace de las suyas.
Quizás por autoengaño, quizás por falta de conocimiento o quizás simplemente por el hecho de dejarnos llevar, de no enfrentarnos a los misterios del destino.
Sea lo que fuere, ella es la que nos diferencia del resto de seres vivos, gracias a su existencia aprendemos, nos comunicamos y discernimos la fantasía de la realidad, gracias a ella sobrevivimos, nos perpetuamos en el tiempo y en el espacio.
A pesar del conocimiento que se tiene de ella, la mente es todavía un área por explorar, un universo por conquistar, pues conocer cómo funciona es uno de los grandes misterios del ser humano aunque la neurociencia esté experimentando un auténtico auge en su investigación.
Muchos son los mitos que la han rodeado, quizás por ello no se haya tomado en serio, quizás por ello sigamos a día de hoy viviendo entre tabúes mentales, si bien es cierto que en los últimos años, el interés creciente por este campo de la ciencia está creando de una forma paralela una mayor difusión y visibilidad de las enfermedades mentales y de la importancia de normalizar y tratar las enfermedades mentales.
Patricia Pérez- @lluviadevitaminas / 07 de abril de 2022