Después de haber elegido un champú procederemos a tratar la melena en el proceso de lavado. Para ello tendremos en cuenta cómo es nuestro cabello; si es un cabello natural, si es un cabello teñido con mechas o tenemos algún tipo de maltrato ocasionado por el sol, el mar, las piscinas o procesos químicos. Como ya sabemos cuál es nuestra frecuencia de lavado, será fácil elegir la mascarilla para su mantenimiento óptimo.
Si nos lavamos el cabello una vez a la semana nos aplicaremos una mascarilla, ya que ésta nos aportará todo lo necesario para compensar nuestras carencias teniendo en cuenta el champú que hayamos elegido. Esto quiere decir que si el champú nos aporta hidratación (agua), la mascarilla debe ser nutritiva (proteína). Y si no al contrario, todo cabello necesita hidratación y nutrición siempre.
Si nuestra frecuencia de lavado es de 2 o más veces a la semana debemos usar un acondicionador en 1 o dos lavados y el tercero la mascarilla. El acondicionador nos aportará calidad al cabello, un fácil desenredo y nos ayudará a mantener el cabello hidratado (agua) y al mismo tiempo nos cerrará la cutícula reteniendo el agua que nuestro cabello necesita. El acondicionador se aplica en medios y puntas con el cabello mojado y se peina o bien con las manos o con un peine de púa ancha, se deja unos 30 segundos y se aclara con abundante agua al poder ser ni muy caliente, (el agua muy caliente en el cabello deshidrata y abre la cutícula).
La mascarilla es importante que se aplique una vez a la semana o cada 10 días dependiendo de la calidad de nuestro cabello o de nuestros hábitos porque con ella le daremos la cabello la proteína y sustancias que ha perdido durante ese tiempo. Se aplica con el cabello mojado en medios y puntas siempre peinándolo con las manos o un peine de púas anchas y se deja entre 5 y 10 minutos. Es muy importante el tiempo de exposición, ya que le cabello necesita su tiempo para absorber lo necesario; pero también tener en cuenta que un exceso de tiempo es mala porque el cabello se embota de sustancias que no necesita, se aclara con abundante agua y que no sea muy caliente.
Un ejemplo que se entiende muy claro es que el cuerpo necesita agua y comida para poder estar óptimo y no tener carencías, pues el cabello es igual, tenemos que darle de ambas para que esté lo más saludable posible.
Una persona que su frecuencia de lavado es de dos o tres veces a la semana, cabello con mechas y largo, lo aconsejable es un champú de uso frecuente o de caída si es el caso, el acondicionador sería un acondicionador hidratante y una vez a la semana una mascarilla nutritiva o reparadora.
Este ejemplo es muy genérico, siempre hay que hacer un diagnóstico del cuero cabelludo, y del estado del cabello en la melena.
Una persona que solo se lava el cabello una vez a la semana, necesita mucha hidratación, ya que no le aporta nada en ese tiempo. Un error muy común es que las personas con un cuero cabelludo seco se lave poco el cabello y siempre tenga una carencia en el cuero cabelludo y cabello de agua. Es como si a una planta solo la riegas una vez al mes. La primera semana está bien pero luego a las 3 semanas tiene un aspecto de deshidratación; en cambio si la riegas cado 2 o 3 semanas nunca tendrá el aspecto de estar con carencia de agua. Pues con el cabello es igual, los primeros días recupera esa hidratación, pero según va pasando el tiempo el cabello necesita más y por eso ese aspecto.
Estos son los pasos esenciales para un buen lavado de cuero cabelludo y acondicionamiento del cabello, pero ¿¿¿necesitamos más???
La respuesta es: … ¡¡¡Sí!!!
En el próximo artículo veremos cómo aplicar los productos de peinado, protectores térmicos o finalizadores de brillo que tanto nos gusta y son igual de necesarios.
No hay que tener miedo al lavado del cabello. Tiene que ser un ritual de cariño hacia nuestro cuerpo. No tener una reglas, sino que hay que escuchar a nuestro cuerpo y entender a nuestro cabello.
¡¡¡¡¡A lucir pelazos y cueros cabelludos sanos y óptimos!!!!!
Libertad Rodríguez, estilista y asesora capilar/ 18 de febrero de 2022